Desde niño los fantásticos relatos de mi padre sobre personas que habían logrado triunfar en la vida, hacían volar mi imaginación especialmente hacia los años 80´s, donde la expansión y el auge empresarial se atribuyó a innovadoras iniciativas como la atención al cliente, los principios de calidad total, etc.
En la época escolar un amigo que aún conservo, nos explicaba con mucho entusiasmo a todos los compañeros cómo en un futuro cercano él tendría mucho dinero. Su discurso y mi mente infantil llena de súper héroes empresariales me incitaron a coleccionar revistas de negocios, lo cual era totalmente inusual para mi edad.
Años más tarde elegí la carrera de Administración de Empresas, que alentaría aún más mi pasión por triunfar. Las clases con contenido gerencial y organizacional me apasionaron tanto que acepté en la facultad la monitoría de las cátedras de Gerencia I y II. Concluí mis estudios con la firme convicción de trabajar en Recursos Humanos, Talento y Desarrollo Organizacional.
Me había hecho emprendedor antes de terminar mis estudios universitarios, creando una comercializadora de alimentos especializada en hoteles y restaurantes. Con un socio logramos tener nuestra propia oficina y nuestros propios sistemas de facturación e inventario, lo cual nos permitió descubrir tempranamente la importancia de un buen flujo de caja para mantener el negocio saludable financieramente. Este emprendimiento también nos enseñó que un gran ejecutor produce 100 veces más que uno promedio.
Al terminar la universidad envié mi información a un contacto de mi padre en Toronto, Canadá, quien me contrató inmediatamente como “Pasante en Mercadeo y Ventas”, pues mi pasantía había sido aprobada por la universidad. En Toronto trabajé como Consultor Junior, conduciendo estudios para medir coeficientes de satisfacción de clientes y también de empleados. Así obtuve respuestas de primera mano a inquietudes tales como ¿Qué es lo que más valora un cliente con respecto al servicio? ¿Cuál es el comportamiento del colaborador, qué genera esa satisfacción? Fue ésta una experiencia única que me permitió trabajar para corporaciones internacionales tales como como Bell Canada, Canadian Tire, Sheraton, entre otras.
A mi regreso a Colombia trabajé unos meses en la compañía de consultoría de mi padre (ODEI), haciendo Out Door Training para grandes organizaciones que necesitaban desarrollar competencias como trabajo en equipo, comunicación, solución de problemas, liderazgo, etc. Así me di cuenta que lograr resultados desde dentro de la organización es más complejo, pues además de requerir más sistemas y procesos paralelos, demanda un liderazgo determinado y congruente.
Queriendo explorar la consultoría de gerencia encontré la oportunidad con la empresa internacional HayGroup, donde trabajé por casi tres años con un equipo de personas muy talentosas en las áreas de Talento Humano, Cultura y Desarrollo Organizacional, Transformación, Compensación y otros temas estratégicos. Como Consultor de esa compañía participé en varios proyectos en Colombia, Venezuela, Ecuador y Argentina. La estructuración de proyectos, la venta a los clientes y la entrega de resultados fue lo que más disfruté.
El momento de salir de la consultoría gerencial para producir resultados en una empresa apareció cuando la compañía Offcorss (ropa infantil) me ofreció en Medellín la gerencia de Recursos Humanos. Yo tenía 27 años y tan sólo conocía el mundo de ventas y de consultoría en temas de recursos humanos. Además del reto de dirigir al equipo de recursos humanos acepté ser parte de un comité ejecutivo y ayudar al crecimiento del negocio a través de liderar el proyecto experiencia de marca, sofisticación de selección, entrenamiento en las tiendas y ayuda en la implementación de proyectos de productividad.
Cuando mi esposa quedó por primera vez embarazada decidimos regresar a Bogotá, donde me contrató la multinacional de cultivos y semillas, Syngenta, para la región de países Andinos, Caribe y Centro América. Allí logré desarrollar las competencias del grupo de liderazgo y las de los equipos de ventas de los diferentes países, utilizando innovaciones en entrenamiento digital y otras experiencias impactantes. Logré demostrar así el enorme valor del entrenamiento y su impacto directo en la mejora de los resultados del negocio.
Mi siguiente reto fue el de dirigir el área de Desarrollo Organizacional de la multinacional de lácteos, Alpina. Allí aprendí, desarrollé y practiqué temas como estrategia de gestión y atracción de talento; despliegue e implementación de la estrategia organizacional; sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Uno de los proyectos más interesantes fue la definición y despliegue de la cultura Alpina en toda la organización, haciendo vínculo directo con el negocio, a través de los atributos de la marca Alpina.
Después de tres años, me lancé al emprendimiento una vez más y creamos con un socio una empresa de Out Sourcing para el área de Recursos Humanos de empresas pequeñas y medianas (PYMES). Nuestra oferta tuvo muy buena acogida en dicho segmento. Creando, implementando y ejecutando universidades corporativas, sistemas de atracción y selección de personal, y de ser el 100% de su departamento de Recursos Humanos.
Mientras atendía ese emprendimiento me llegó la oportunidad de estructurar una universidad corporativa en Lima, Perú, para la multinacional de productos de belleza, Belcorp. Acepté el desafío de llevar a cabo este proyecto en 15 países de Latino América, con la participación de cerca de 800.000 mujeres consultoras de venta directa y algo más de 10.000 colaboradores directos. Luego de tres años Belcorp me ofreció en su área de ventas, la dirección de estrategia del canal, comunicación y formación a la fuerza de las cientos de miles de consultoras de Esika, L´Bel y Cyszone. Trabajar por dos años empoderando mujeres y ayudarlas en su realización personal ha sido sin duda la mejor experiencia de todas.
Luego de cinco años en Perú fui llamado para ser parte del equipo que desde Guayaquil, Ecuador, lideraría la transformación del grupo empresarial Vilaseca que cuenta con cerca de 30 empresas. Los dueños después de gerenciarlo directamente por 60 años querían llevarlo al siguiente nivel. Fue un proyecto retador y estratégicamente enriquecedor, al cual aporté mi conocimiento, innovación y experiencia en el desarrollo, crecimiento, transformación e innovación del talento humano.
En cada una de las anteriores experiencias quiero mencionar que tanto mis jefes, pares y los equipos de trabajo a los que he tenido el honor de liderar y servir han sido instrumentales en mi proceso de desarrollo y crecimiento. Muchas gracias a todos.